Canto solidario a la madre universal.



Valga un canto sublime de amor
para cada madre engendradora de vida,
que sin menoscabo alguno da la suya
a cambio de la felicidad de su prole.
Vaya una orquídea en la distancia
para la madre ausente,
que desde el cielo,
en cada paso que doy
me da su bendición protectora,
como si fuera el mismo niño,
que cincuenta y tantos años atrás
cruzaba las calles,
aferrado de su tibia mano;
la mismo mano,
aunque más arrugada por el paso de los años,
que en su fría cama de hospital,
el año pasado
le apreté antes de morir.
Surja un recuerdo por las abuelas pretéritas,
aquellas que en el cruce de su sangre campesina
curtieron los genes con los cuales camino
mi diario andar;
que como cuatro puntos cardinales
construyeron mi frente y mi espalda,
mi izquierda y mi derecha,
entre la rima que aflora
de unos apellidos cocidos con hilos centenarios.
Gratitud a las madres de mis hijos,
que con fino talante y firmeza maternal
han sembrado en ellos,
la inocultable semilla de los valores buenos,
cultivando el camino correcto
por el cual siempre han de transitar.
El afecto fraterno para las madres de mi familia,
agricultoras certeras también
en el arte de inocular
su sabia savia vital
entre las ramas disímiles de primos y sobrinos
que cuelgan frondosos
en los bosques indómitos del acontecer de cada día.
Una palabra  de aliento para cada madre amiga
que no oculta el orgullo
que sienten por sus hijos,
y que con cariño profundo velan por su bienestar,
desde el mismo momento de la concepción
hasta cualquier día en que llenos de barbas canosas,
continúan siendo los muchachos,
tal como yo lo seguí siendo para Doña Elita,
a pesar de mis cincuenta y siete años
de haberme parido,
y eso no es otra cosa que amor incondicional.
Valga el regocijo para cada madre
que siente el llamado de vivir
ese exclusivo rol,
lleno de responsabilidad,
de traer vida a la vida desde sus entrañas,
para convertirse en una inmensurable
y luminosa lámpara de afectos fraternos
del tamaño del universo.

José Urbina Pimentel.


 

No hay comentarios:

Publicar un comentario