Hace años de años,
siglos de siglos,
en 1890,
murió el genio del color,
padre de la impresión hecha girasoles,
de campesinos, tabernas y luz,
pintor de la locura y la magia
en cada uno de esos tantos y tantos cuadros
que nunca se vendieron,
pero que siempre se admiraron:
Vincent Van Gogh, mil veces irascible e incomprendido,
pero nunca olvidado
y eterno por siempre.
José Urbina Pimentel
2018
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