Del léxico coloquial boconés.



        Toda sociedad se reconoce y afianza por la convivencia de una serie de elementos estructurales que se entrecruzan, que tienen que ver con lo institucional, lo geohistórico y lo cultural; aspecto último que se diluye entre particularidades muchas, como la gastronomía, la religiosidad, el comportamiento colectivo, o las tradiciones entre otras, y asi una de estas es  el habla.

        De esta manera, Boconó cuenta con su singular "diccionario popular de uso cotidiano", que a pesar de la dinámica de los tiempos se mantiene por generaciones, aunque algunos términos van entrando en desuso, o incorporandose nuevos, pero que sin lugar a dudas permite entenderse en una comunicación solo apta para locales o crecidos en el pueblo, e incluso poder identificarse cuando se está afuera.

        Ahora bien, acá se mencionan solo algunos, muy puntuales, por los límites que impone el espacio, tales como: el saludar con la palabra "cuantas", a lo que casi siempre se responde con un "zapa", sin que necesariamente tenga una connotación etílica; el uso generalizado del "guaro", sin ser ofensivo y aplicándolo a cualquier cosa, diferente al "na guará" larense; el llamar "embutio" a una arepa rellena; denominar "chinos" a los niños; decir "fiero" como cualidad de fealdad; comerse unas "chulas", término que se le da a las paledonias; el "fato", con el cual se señala a la necedad; o andar "fondiao", corriendo en un carro.

        Otros dos aspectos característicos del habla boconesa tienen que ver: uno, con la exagerada utilización de los diminutivos para cualquier acción o cosa, cómo por ejemplo jugar unas "partiditas" de basket, tomarse unas "cervecitas", o preguntarle al taxista en cuanto sale una "carrerita"; otro, es el frecuente e híbrido uso del voseo, posiblemente como reminiscencias del español antiguo, o "construido" durante su evolución socio-histórico-cultural, al igual que los casos del Zulia en territorio nacional, o al sur del continente en Chile y Argentina, y de esta manera es acostumbrado "cuando te vais",  "y vos cuando llegaste".

        Es entonces, con un acento muy peculiar de un cantaito difícil de perder por más años que se tenga afuera, algunas cuántas palabras que conectan con la esencia de una añeja localidad andina del sur oriente trujillano, entre cerros verdes de hortalizas que se matizan en lo más alto con los tonos grises de imponentes yagrumos, que invitan a pintarlos en la distancia.

 

J U P

Junio, 6 - 2023

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