Y creo siempre en la
insurgencia de un pueblo,
golpeado,
herido de colores grises,
de muerte,
rasgado en jirones de barro.
Y aquí,
en la alegoría de un pájaro
multicromado,
se alza la voz implacable
de la tierra y la cocuiza,
del momoy altivo,
hoy a la sombra de un barco
y una barba
llegada desde lejos,
centurias atrás,
con pieles blanquecinas
y la cruz ardiente empuñada,
se abren los caminos
de la razón.
Canta aquí el búho pretérito,
la canción de un día,
la canción de la primavera.
José Urbina Pimentel
José Urbina Pimentel
1992
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