Rutas
Hoy caminé con Machado
por la senda de los pasos
perdidos
buscando el momento de
encontrar la Sagrada Familia
y compartir los cantos de
una vida por vivir.
Antonio, visionario
galáctico,
mas soñador efímero que
arquitecto de la razón,
dibujó en palabras la fiesta
nuestra de cada día
por descubrir el camino
llano que conduce a la felicidad.
Y como a las cuatro horas de
la jornada peregrina
una luz señaló el ocaso:
a más de siete leguas de una
alameda inacabable
como envuelta en mil tonos
de otoño
estaba imponente la Cruz del
Gólgota,
la misma en que Jesús nació
por los siglos de los siglos
para bendecir nuestros
silencios,
en el nombre de Dios nuestro
Padre eterno.
José Urbina Pimentel
Octubre
23, 2017.
Naufrago
Como naufrago sobreviviente
de una era que no se hundió
paso los ratos en el viejo
sofá color kaki
remendando un pasado que no
volverá porque no se ha ido,
como buen bolero de Javier
Solís a dos tonos
y la magia sencilla del
blanco y negro.
Hoy habito en esta isla
solitaria de los recuerdos
con mis amigos de siempre
etéreos y distantes,
presentes y virtuales
como añejos fantasmas salidos
de las páginas de Dickens,
que deambulan trasnochados
renaciendo cuando caduca el
año,
esos olores a navidad de la
pintura montana,
el fogón prendido y una muy
fría cerveza.
Naufragio divino
de la nave del sentido,
en este islote de sombras
que crece
entre luces mortecinas
y silencios solidarios.
José Urbina Pimentel
José Urbina Pimentel
Octubre, 23. 2017
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